Nos enteramos por informaciones de unos y de otros la sensacional asamblea para polideportivos convocada por UGT y CCOO. La cantidad de problemas de “peso” que se trataron y la cantidad de compañeros asistentes.
Me cuentan que el inicio de la misma fue más parecido a un festival del humor que nada y todo debido a nuestra sección sindical. Preguntaron por nosotros, sabiendo muchos de los asistentes donde estábamos, dando por hecho que estamos obligados a ir a las mismas. Tenía intención asistir os lo prometo, pero por motivos personales no pude ir pero quiero dejar claro una cosa, que si voy o vamos es porque nos da la gana. Lo que no sé del todo es porque razón les resulta gracioso nuestro sindicato, tal vez sea risa nerviosa por nuestra aparición en la palestra sindical y los resultados electorales que a largo plazo se puede dar o porque se les termino el monopolio de todo esto. Les digo con toda la humildad del mundo que somos una sección sindical insignificante, sin medios, sin capacidad, sin representatividad y no merecemos tanta atención por parte de los dos grandes.
El tema estrella en todas estas reuniones como en todas en las que se hacen al margen de la negociación colectiva es el COMPAÑERO A BATIR. Es el pin pan pun de todos y lo más socorrido para también unirse frente a un enemigo común que se encarna en su persona. Tanto es así que han sido capaces de desperdiciar dos nuevas plazas de subcoordinadores con todo lo que eso conlleva para la plantilla de ir rellenando lo huecos vacantes con promociones internas porque se piensan que las va ganar él y es preferible que estas plazas estén en manos de cualquier otra empresa privada y que no se creen puestos de trabajo, antes que en el compañero que por meritos propios le corresponda, sea este EL COMPAÑERO A BATIR o no. Tengo la sensación que no se fían de ellos mismos cuando son los que controlan todos los procesos que el Convenio Colectivo les otorga. Tampoco se armó tanto revuelo cuando este paso del Punto de Información Deportiva a “picar” con la brigada no amparándole ningún comité de empresa o sección sindical por hacer lo que el convenio dice que debe de hacer su categoría profesional y no tratándose este tema en ninguna asamblea. Por lo que se deduce que esto importa dependiendo a quien se le haga.
Entre tantos temas como hemos dicho “de peso” que se trataron, nos quedamos sin saber cómo va la negociación del convenio, las paritarias, los comités de empresa o las propuestas de negociación, el más absoluto silencio se oculta sobre todos estos asuntos quitándonos de un plumazo toda la información a la que los trabajadores tenemos derecho.
Pero a pesar de esto ando preocupado por el paupérrimo nivel de convocatoria de nuestros representantes siendo esto muy negativo para todos nosotros y que yo como persona que me creo esto a pies juntillas no comparto que los trabajadores se queden en casa voluntariamente y no participen, aporten y critiquen el sindicalismo que queremos para la EMS y el modelo de relaciones laborales (el sábado se suspendió por falta de asistentes). Esto no lo teníamos que hacer mirar antes de que la plantilla se posicione dentro de la apatía más absoluta.
Para terminar tres cosas; la primera nosotros no somos el enemigo, sino todo lo contrario, estamos aquí para aportar soluciones a los problemas. Segundo; hace tiempo que solicité por escrito nuestra presencia en los Comités de Empresa con voz y sin voto, pero hasta la fecha no hemos tenido respuesta del presidente del mismo, haciendo justamente lo que hace la empresa con ellos. Y tercera; cómo este comité lleva un tiempo hemos “colgado” una encuesta para los trabajadores de la EMS se pronuncien sobre si nuestros representantes lo están haciendo bien o mal según su criterio.
Espero que las deficiencias que existen se corrijan poco a poco, eso es lo que el STAP-INTERSINDICAL-EMS deseamos.
M Monterde
Por la secretaría